México desciende al puesto 56 de 64, en materia de competitividad y transformación digital.
La competencia digital es un factor crucial para la evolución de las naciones modernas. A decir verdad, durante la crisis sanitaria por el coronavirus, la tecnología en sí y la digitalización que implica han jugado un papel decisivo para ayudarles a combatir las adversidades derivadas de la misma pandemia.
La manera en la que las economías globales adopten y apliquen la tecnología es determinante para su desarrollo; no sólo ahora en medio de la crisis que vivimos, sino también en el futuro inminente.
De acuerdo con Sissi de la Peña, gerente de comercio digital de ALAI (Asociación Latinoamericana de Internet), durante los dos últimos años la transformación digital avanzó entre cinco y siete años; no obstante, a lo largo de este periodo, México no ha sacado provecho de este impulso y, en materia de competitividad digital, nuestra patria ha perdido mucho terreno.
México se encuentra en continuo declive en materia de competitividad digital
El Instituto para el Desarrollo Gerencial (IMD) recientemente difundió su ranking mundial de competitividad digital del 2021, en el cual evalúa la capacidad y disponibilidad de 64 naciones para adoptar y examinar tecnologías digitales como un propulsor para la transformación económica de su gobierno, empresas y sociedad.
En el caso de México, descendió dos posiciones respecto al 2020; pasando al lugar 56 a causa de la caída en conocimiento (educación, concentración científica y talento) y tecnología (marco tecnológico, capital y marcos regulatorios). Ahora bien, desde el 2017 esta caída ha sido constante, cuando el país mexicano ocupaba el puesto 39.
“Contar con una competitividad digital sana es relevante”, puesto que puede derivar en la generación de más empleos, una educación de alta calidad y mejor accesibilidad a servicios, señala De la Peña.
Lamentablemente, México y la región de América Latina están en desventaja ante la economía digital a nivel global.
Mientras que las 10 economías que lideran el ranking se enfocan en la creación de talento, consolidación de la estructura de conocimiento para desarrollar y aplicar tecnologías digitales, abastecer un marco regulatorio eficiente que conceda la evolución, y en unificar la adaptabilidad individual con la flexibilidad empresarial, los países latinoamericanos enfrentan distintos retos y desafíos que les impiden avanzar.
Nuestro país tiene mucha tarea por hacer, para poder consolidar su competencia digital.
México tiene un arduo trabajo por realizar con respecto a la implantación y exploración de las tecnologías para hacer realidad una correcta transformación digital.
De los tres importantes elementos de la clasificación —tecnología, preparación para el futuro y conocimiento— nuestra nación tiene un vasto esfuerzo por realizar en el eje de tecnología; específicamente en marcos reglamentarios eficientes para la implementación de tecnologías.
Respecto a qué es lo que México debe llevar a cabo para recuperar terreno en capacidad digital, la experta hace énfasis que en primer lugar se debe determinar un objetivo a la digitalización.
La homologación de políticas públicas en materia de digitalización.
Otro factor clave es homologar las políticas públicas que se originen en temas de digitalización para el ámbito financiero, el académico, el de innovación y de privacidad de datos; esto para que sean apropiadas no solo para impulsar una educación digital, sino también para forjar experiencia académica y una infraestructura de mayor calidad.
América Latina no se encuentra preparada en temas de competitividad digital, en gran medida debido a la imposición de normativas arbitrarias y discriminatorias. Un refuerzo regulatorio en este aspecto influirá directamente en el ritmo de la recuperación.
Enfrentando correctamente los desafíos se lograría sanar la competitividad digital de México en 2 años aproximadamente.
Existen muchas problemáticas a dejar atrás para poder darle un impulso a la competitividad digital del país mexicano, fundamentalmente en el factor económico; sin embargo, la especialista señala que el primer planteamiento debería ser favorecer que el progreso de la economía digital ocurra. En este sentido, menciona, es fundamental ejecutar adecuadamente el nuevo tratado de libre comercio (T-MEC).
Otro desafío a futuro es la conversión de las habilidades digitales del país; tanto en el sistema educativo como en la forma en la que interactuamos en los medios sociales. A pesar de los distintos obstáculos y problemáticas, De la Peña es positiva sobre qué tan pronto podría México recuperarse en cuestiones de competitividad y transformación digital.
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